El lanzamiento de Windows 8 no implica que Windows 7 desaparezca. Por largo tiempo será posible comprar PC nuevos con Windows 7 reinstalado, igual que ocurrió cuando Windows Vista fue relevado por Windows 7.
Windows 8 se distingue considerablemente de las versiones anteriores de Windows. El nuevo sistema operativo puede ejecutar al menos el 99% de todos los programas compatibles con Windows 7. Y no sólo eso; numerosas pruebas muestran que Windows 8 a menudo incluso funciona con mayor rapidez que su predecesor, en el mismo hardware.
Aparte de tal compatibilidad, en esta oportunidad se ofrece una serie de nuevos programas, o apps -cuyo número irá creciendo- que sólo es posible ejecutar en Windows 8. Estos programas aprovechan un nuevo interfaz táctil incorporado Windows 8, denominado Modern UI, conocido anteriormente como "Metro". Esta nueva interfaz, representa la mayor diferencia de Windows 8 con su predecesor Windows 7.
Modern UI implica que el clásico escritorio de Windows ya no ocupa un lugar predominante como antes. Ahora, el usuario es recibido por un nuevo menú que cubre toda la pantalla, que consiste de "azulejos" sensibles al tacto que pueden activar los clásicos programas de Windows, aplicaciones para Windows 8, diversos servicios online y configuración. Si el usuario tiene dificultad para encontrar el azulejo correcto, deberá sencillamente escribir las primeras letras del programa o servicio que busca, y el sistema presentará alternativas.
El botón de inicio, ausente
El escritorio anterior ha sido convertido en un azulejo independiente. Al hacer clic en él -o activarlo con la mano- aparece el tradicional entorno de Windows 7, con algunas excepciones. El botón de inicio ha desaparecido, y al colocar el cursor del ratón en las esquinas de la pantalla, se accede a distintas opciones, funciones y configuración.
Tienda de aplicaciones
Las nuevas apps para Windows 8 han sido agrupadas en Windows Store. Desde el día del lanzamiento, esta tienda ya ofrece 8000 aplicaciones y juegos. Algunas son gratuitas, y otras son de pago. Su calidad es variable, especialmente ahora en la etapa inicial.
Las nuevas apps constituyen una evidente ventaja respecto de los programas clásicos de Windows. Son ejecutadas en procesos separados, y por lo tanto son más sencillas de utilizar, a la vez que son actualizadas automáticamente desde el mismo lugar. Al hacer clic en ellas con el botón derecho del ratón, pueden ser desinstaladas sin mayor trámite. Las apps y su configuración son además actualizadas en los PC y tabletas desde las que el usuario se conecta.
Un elemento importante es que las apps pueden ser activadas igual de bien con las yemas de los dedos y con el ratón. Por tal razón, los botones y texto suelen ser de mayor tamaño y nitidez que en los programas clásicos de Windows. Tampoco pueden ser ejecutados en ventanas, sino sólo en pantalla completa. Esto deja entrever además la visión de Microsoft para el futuro, donde el teclado y ratón tradicionales tendrán un papel mucho menos relevante del que han tenido hasta ahora.
Windows Store funciona exclusivamente con Windows 8, y la mayoría de las aplicaciones disponibles han sido optimizadas para pantallas táctiles. Esto no equivale al final de los programas tradicionales de Windows. La intención es que continúen coexistiendo con las apps para Windows 8 durante algunos años. Claro está, no todas las tareas pueden ser solucionadas con las yemas de los dedos. Al menos por ahora.
Windows 8 para tabletas
Microsoft ha lanzado además una variante de Windows 8 denominada Windows RT. Este sistema operativo, que puede ser ejecutado en varias arquitecturas de procesadores, ha sido concebido para tabletas y no puede ejecutar los programas clásicos de Windows. Es decir, sólo es compatible con las apps de Modern UI. A pesar de ello, Windows RT también hace posible activar el escritorio clásico de Windows, donde es posible almacenar documentos, fotografías y otros archivos usados frecuentemente.
Desde el lanzamiento de Windows 8 durante los próximos meses numerosos fabricantes lanzan tabletas para la nueva plataforma.
¿Éxito o fracaso?
Los cambios radicales que incorpora Windows 8 han motivado no sólo interés y entusiasmo, sino también críticas. Sin embargo, lo mismo ha ocurrido con anteriores cambios importantes en Windows, como por ejemplo Windows 95 y Windows XP. A pesar de las críticas iniciales, ambos sistemas operativos se transformaron en grandes éxitos. Ahora sólo queda ver si Microsoft logrará convencer a las grandes masas de usuarios una vez más.